LA CASA DEL ABSOLUTO
Levantémonos, despertemos
Aprendamos escuchando,
El camino es como un filo
Que descubrimos andando.
Si percibimos la divinidad
Tendremos al gran tesoro,
Una voluntad de diamante
Un corazón de oro.
Sin fin ni principio
La magia de lo intemporal,
Imperceptible por los sentidos
El legado espiritual.
Más alto que las alturas
De infinita profundidad,
La casa del Absoluto
El país de la Eternidad.
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