LA VOZ DEL SILENCIO
Observando nuestros actos cotidianos
Es como vemos nuestra mecanicidad,
Detenemos el contestador automático
Y escuchamos en profundidad.
Pues escuchar es siempre importante
Detener en la mente al espontaneo hablador,
Y así dejar surgir el mágico momento
De convertirnos en un océano receptor.
Tan solo con paciencia y simpatía
Y cualquier turbulencia ha de pasar,
Es remedio de la ira y los enojos
El divino arte de escuchar.
Impulsemos a que hablen de sí mismos
Dejemos a los otros hablar,
Escuchemos la Voz del Silencio
Encontremos en vez de buscar.
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