LA SEMILLA

LA SEMILLA

En las capacidades del prójimo

Debemos siempre confiar,

Mejor es pecar de ingenuos

Que ponernos a prejuzgar.

Todos cometemos errores

Tenemos el poder de discernir,

La perseverancia y el entusiasmo

Los hacen fáciles de corregir.

El instinto natural es superarse

Alentémoslo de todo corazón,

La semilla está abierta al agua

Del manantial de la Creación.

Busquemos el Sendero Eterno

Hagámoslo con disfrute y diversión,

Inmensa es la paz y la alegría

Del que experimenta la Contemplación.

RESPETO

RESPETO

Destacando las virtudes de los otros

Les atribuimos una buena reputación,

Que todos se interesaran por mantenerla

Y el conflicto mutara en solución.

Como decía el viejo dicho:

“Hazte fama y échate a dormir”,

Demos pues esa fama al prójimo

Y hallaremos otra forma de vivir.

Utilicemos el estímulo del elogio

Que agiganta y refuerza la voluntad,

Veremos proezas casi heroicas

En pos de realizar esta verdad.

Respetemos si queremos que nos respeten

Respeto físico, mental y espiritual,

Todos tienen un atributo único

Que nos deja una enseñanza sin igual.

TESOROS OCULTOS

TESOROS OCULTOS

Elogiando lo bueno que hace el prójimo

Lo malo se diluye por falta de atención,

Minimizando las inútiles criticas

Reforzamos nuestra vida de acción.

El menor acierto es valedero

Cada uno de manera particular,

Destacarlos es parte del juego

Una forma de las almas conectar.

No hablo de decir mentiras

Ni caer en el pantano de la adulación,

Un aprecio honrado y sincero

Desde lo profundo del corazón.

Todos tenemos tesoros ocultos

Ampliemos el horizonte de la visión,

Derribemos límites y barreras

Disfrutemos el placer de la Evolución.

PRESTIGIO

PRESTIGIO

Unos minutos para meditar

Una o dos palabras de consideración,

Una actitud que sana las heridas

Un lugar autentico para la comprensión.

Todas las personas tienen su prestigio

Y a toda costa lo intentan salvar,

Permitamos siempre que esto suceda

Pensando un poquito antes de hablar.

Respetemos todos los sentimientos

Salgámonos de andar criticando,

En vez de mirar hacia afuera

Hacia adentro vayamos mirando.

No tenemos derecho a decir nada

Que disminuya al prójimo ante sí mismo,

No importa lo que yo pienso de él

Lo importante es lo que él piensa de sí mismo.

Yo mandón

Yo mandón

Un viejo provocador de resentimientos

Violentaba a todo el mundo con su acción,

Un conflicto real y duradero

Todo gracias al odioso “yo mandón”.

Dando órdenes no lograba nada

Más que a muchos hacer enojar,

Si limpiar era su tarea

Se dedicaba tenazmente a  ensuciar.

Tomando en cuenta sus experiencias

Y temiendo por una explosión,

Dio un rápido cambio de rumbo

Convirtiéndose en el “yo preguntón”.

Así todo fluía eficazmente

Estimulando a su paso la creatividad,

Elaborando las respuestas entre todos

Transitando el camino a la Unidad.